El aburrimiento alarga los minutos, frunce el entrecejo y marchita las sonrisas. Cuando te aburres el tiempo parece que se detuviera y entonces el aire se llena de «me aburros» lastimeros. En estos casos es fundamental un buen desatascador de tiempo y para que el tiempo pase no hay nada mejor que un pasatiempo.
Niño aburrido. Ilustración de Teresa Mtz (CC).
Los pasatiempos son muy entretenidos y, lo mejor, es que los podemos hacer nosotros mismos. Enseña a tus hijos a crearlos y a la vez que desarrollan su imaginación, aprendizaje y habilidad, contarán siempre con un eficaz «espantaburrimientos».
La sopa de letras
Primero hay que pensar un tema. Por ejemplo la playa (tiene que ser bastante general, como el fútbol, la clase, la carretera, animales, etc.). Luego tenemos que hacer una buena lista de palabras relacionadas con el tema que hemos pensado (toalla, marea, arena, castillo, etc.). En una hoja cuadriculada tenemos que escribir las palabras distribuidas por toda la hoja y en horizontal, vertical y diagonal, y siempre que empiecen de derecha a izquierda y de arriba a abajo. Las que estén en diagonal es igual como se pongan, pero no debe de haber muchas ya que serán las más difíciles de encontrar. Busca palabras en las que coincida alguna letra y haz que se crucen por ella (si pones «flotador» en vertical, podrás hacer que se cruce con «pescador» en horizontal por la «a»). Una vez que hayas puesto todas las palabras rellena los huecos libres con letras al azar, pero que no se quede olvidada ninguna letra del abecedario. Luego reta a tus familiares y amigos a buscar las palabras escondidas.
Une los puntos
En un folio en blanco haz un dibujo a lápiz. Debe ser sencillo. También puedes calcar un dibujo poniendo un folio sobre él y ayudándote a que se transparente colocándolos sobre una ventana. Una vez que tengas el dibujo a lápiz, con un rotulador deberás ir poniendo puntos alrededor del contorno del dibujo y numerándolos en orden. Pon los puntos suficientemente separados para que no se adivine el dibujo pero no tanto como para que luego al unirlos no formen lo dibujado. También pinta con rotulador los detalles que estén sueltos (como ojos y bocas) o que sean muy complejos para ponerles puntos. Por último borra el lápiz con una goma de borrar y pon el título al dibujo como si fuera una adivinanza (si has hecho un «león» escribe «Si quieres conocer a el rey de la selva une los puntos»).
El laberinto
Para hacer un laberinto también es bueno usar una hoja cuadriculada, pero se puede hacer también sobre una blanca. Puedes hace laberintos de 2 clases. Uno en que dibujes un personaje en el centro del laberinto y tenga que encontrar la salida y otro en el que el personaje esté a un lado y tenga que encontrar la salida al otro lado. Primero dibuja el camino bueno hasta el final con un lápiz. Luego haz caminos que no lleguen a ningún lugar que salgan del camino principal. Cuanto más grande vayas dibujando el laberinto más difícil será. Procura ir ocupando todo el espacio de la hoja. Con un rotulador marca todas las líneas de forma definitiva y borra las marcas de lápiz. Dibuja los personajes de manera que formen una historia, por ejemplo pinta una Caperucita que tiene que llegar a casa de su abuela o un señor gordo que tiene que encontrar un pastel.
Encuentra las diferencias
Haz un dibujo con muuuuuchos detalles. Luego usando una ventana cálcalo en otra hoja y cambia algunos de los detalles (una sonrisa vuélvela una boca triste o no dibujes alguna cosa del original). Colorea los dos dibujos de la misma manera y no olvides que también puedes cambiar algún color como «diferencia». Ahora reta a quien quieras a encontrar las diferencias, pero avísales de cuantas hay.
Puedes recopilar todos tus pasatiempos en un librito y hacer fotocopias para que más personas puedan jugar. En el librito también puedes escribir chistes y cuentos. Podría ser un regalo súper bonito y entretenidísimo.
Ya sabes, si un aburrimiento quieres espantar un buen pasatiempo tendrás que realizar.